Muchas veces creemos que los deportistas son personas sin ningún tipo de problema, inflados de dinero y a veces, bordes con los aficionados y fans que les siguen a todas partes. Sin duda alguna, este no es el caso de Eric Abidal.
Un día, como otro cualquiera, aparecía la luz mañanera por la cortina en casa de Abidal. Él despertó. No sabía lo que sucedería más tarde. A lo largo del día, le dieron una mala, muy mala noticia. Le detectan un tumor en el hígado. Él en vez de deprimirse, de tomarlo como la peor noticia existente (lo que es), saca toda la fuerza mental y lucha con ello. La afición conmocionada, responde con mensajes de ánimo y su apoyo incondicional para el francés. El Barça le respalda, sus compañeros le animan, la afición le apoya. Y él, responde. Tan sólo dos meses después de diagnosticarle la enfermedad, se ha recuperado. Entre la ovación del Camp Nou, volvió en el partido de vuelta frente al Real Madrid. Posteriormente, en el partido frente al Levante en la Ciutat de València, jugó sesenta minutos. Y si Guardiola lo ve conveniente, puede jugar los noventa minutos en Wembley.
Eric Abidal se ha convertido en un ejemplo a seguir. Cuando lo más fácil era venirse abajo, él subió hasta el infinito para luchar contra la enfermedad. A pesar de ser un duelo difícil, en el que la victoria no se puede apostar en Betfair, en el que no existe partido de vuelta, en el que el duelo es un uno contra uno, en el que es más fácil la derrota que la victoria… Abidal consiguió la victoria más importante de su vida. Lo hizo por su familia, por sus amigos, por sus compañeros, por Guardiola, por la afición, y por último, por él. Porque Abidal nos ha enseñado que si luchas con todas tus fuerzas y tienes el apoyo de la gente que te importa, lo consigues. Abidal acarició el éxito profesional, consiguió victorias memorables, títulos a montones, amistades por un tubo, fans incondicionales. Pero en este duelo de titanes que es la vida, en el que yo diría que se puede aplicar la teoría de Darwin (sobrevive el más fuerte), le pusieron el obstáculo más difícil. Un duelo en el que Abi era inexperto. Él se armó de fuerza, no iba a ‘regalar los puntos’, se presentó, jugó y venció. Ganó el título más grande. Y con él, la sonrisa de sus hijas, el abrazo de su mujer, el ‘manteo’ de sus compañeros, la charla de Guardiola y la ovación de la afición.
En esta vida, hay que ser uno mismo. Siempre. Pero hay que tener ejemplos. Y sin lugar a dudas, Eric Abidal es un ejemplo para toda esa gente que sufre esa enfermedad y para toda esa gente que no sabe cómo luchar.
Todos tenemos un sueño de pequeños, el tuyo era ser futbolista, quizá de pequeños nos parecen tan imposibles los sueños… Pero a medida que vamos creciendo, que vamos luchando, nos damos cuenta de que ese sueño tan lejano que no podíamos conseguir, se puede llegar a él con esfuerzo, perseverancia y fe.
Tú, tras tantas y tantas piedras que te encontraste por el camino, estás disfrutando de tu sueño hecho realidad, recogiendo todo aquello que sembraste. La cosecha que has recibido es buena, muy buena. Pero ha venido un período de sequía, en el que te has encontrado con un enorme problema. Sabemos lo que es y sabemos que no es ninguna bobada, pero también sabemos que igual que llegaste a donde estás hoy, pasarás ese problema como quien resuelve una ecuación de primer grado y luego va resolviendo de segundo, de tercero… Y cuando tú hayas conseguido resolver las incógnitas de esa difícil ecuación, llegarás al Camp Nou, lleno, dejándose sus gargantas, leerás los mensajes de apoyo y las muestras de cariño, y te darás cuenta Abi, de que no has estado sólo, ni nunca lo estarás, siempre tendrás a tu familia y amigos y a toda una afición que te quiere.
Y como bien dice el himno del Liverpool… “You'll never walk alone”. Tú nunca caminarás sólo Abi.
Así que… ¡¡Muchísima fuerza campeón!! Este es el torneo más difícil que disputarás, pero del que saldrás pletórico, como siempre.
¡¡ESTAMOS CONTIGO ABIDAL!!
Esto escribí cuando le detectaron la enfermedad. Meses después se confirma lo que en su día escribí. Ganó Abi. Eric Abidal es la imagen que representa la palabra CAMPEÓN.
Paula Martín.
@Valdesita1
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