Y.. SALVA EL PORTERO:

España tiene la gran suerte de contar con los mejores porteros, pero no solo en Primera División. Hoy:  Vicente Guaita, Víctor Valdés y Ángel Bernabé.

.- Tras el partido que enfrentó al Real Madrid y al Valencia CF en el Santiago Bernabéu, Vicente Guaita (guardameta  del equipo ‘ché’), quiso destacar la actuación de sus compañeros y no la suya, pese a ser sin ninguna duda, el mejor de su equipo.

La humildad es lo que caracteriza a la mayoría de los porteros. Están acostumbrados a quedar siempre en un segundo plano, pese a que son muchas las ocasiones en las que el acierto del cancerbero es vital para su equipo.

Se pudo observar a un Vicente Guaita sublime, espectacular y, sobretodo, salvador.
El Valencia necesitaba provocar esa sensación de miedo y desacierto en el Real Madrid y Guaita lo consiguió, desquició a la delantera blanca.

Ese empate tiene sabor a victoria para el conjunto valenciano, que sirvió la venganza en plato frío tras el partido –robo incluido- en Mestalla. Demostró que si quieren, pueden. Y Guaita, individualmente, volvió a brillar; a demostrar que su talento no conoce límites; que pese a que su dorsal sea el ‘13’, es el número ‘1’ de los ‘ché’. Se disfrazó de héroe y de villano al mismo tiempo, como hacen todos los porteros cada semana.

Esa noche de abril, Vicente Guaita escribió una página preciosa en la historia de los guardametas y les hizo un gran favor a todos: el demostrar que ellos también son parte de la magia del deporte rey, que en sus manos –y nunca mejor dicho- está el poder de hacer reír o llorar, que una parada suya puede ser igual e incluso más emocionante y bonita que un gol de Messi o de Cristiano. 

.- El día anterior, Víctor Valdés volvió a brillar con luz propia para salvar a su equipo. Sí, derribó a un jugador del Zaragoza dentro del área e hizo penalti, pero todo esto se desencadenó así ya que el Barça estaba ofreciendo su peor cara. Se le veía nervioso, incómodo sobre el césped –sin regar a petición de Manolo Jiménez-. Los culés no estaba realizando el fútbol celestial al que nos tienen acostumbrados. Fruto de los nervios y de las llegadas del conjunto maño –que se adelantó en el marcador-, Valdés hizo ese penalti. Pero se comportó como un auténtico héroe e incluso como un ángel, que guio a su equipo hacia la victoria. Él se equivocó y él lo solucionó. Valdés detuvo el penal y el lanzamiento posterior a él.

Valdés adopta jornada tras jornada los rasgos principales de un portero: la discreción, la humildad, la confianza, la valentía y el talento. Los diez jugadores restantes saben que pueden contar con él, que si ellos se equivocan, Valdés no fallará. Tienen contratado al que es, probablemente, el mejor seguro de vida que pueden firmar.


“Cuando un futbolista rival se planta cara a cara ante él, el aficionado del Barça respira tranquilo y piensa: ‘No pasa nada, está Valdés’”. M. Llorens (As).

                                                                                                                                                                  

Sus manos son uno de los tesoros más preciados con el que el Barça contó, cuenta y contará durante mucho tiempo. 

.- Otro portero destacado esta jornada –esta vez en Segunda División B-  es  Ángel Bernabé, portero de la Unión Deportiva Salamanca.

El conjunto charro solo pudo sacar un punto de Zubieta, donde se enfrentó a la Real Sociedad B. La UDS se adelantó en el marcador, pero no supo matar el partido. Los vascos llegaban una y otra vez a la portería del guardameta de Velada, pero éste salvaba en todas ellas a los suyos. Pedro Pablo Zegarra, entrenador de la Unión, cometió un grave error al intentar amarrar el 1-0 cuando aún quedaba partido. Un mal despeje de Antonio Ayala provocó que el balón llegara a las botas de Ros y, éste, golpeó el esférico con tal potencia que Bernabé no pudo detenerlo. Sin embargo, gracias a él la Unión sumó un punto y se salvó de una goleada.

Ángel Bernabé ha adoptado este papel durante muchos encuentros a lo largo de la temporada, pero como siempre, las crónicas no guardan demasiado espacio para él.


Es otro héroe dentro de un mundo injusto que solo acepta como tales a los que anotan goles.                                                                                                      


El papel que desempeña un portero es difícil, magnífico e injusto. Sin embargo, ellos lo aceptan sin ‘peros’, quejas, ni reclamaciones alteradas. Asumen la cruda realidad y con sutileza y maestría firman hazañas preciosas. Por eso, siento debilidad por esa posición y por los que la defienden. Es demasiado difícil explicar su grandeza y probablemente, no existan las palabras adecuadas y, cuanto menos suficientes, para hacerlo.

Es simple, típico y antiguo, pero… ¡GRACIAS, HÉROES!