EL PETER PAN DEL BARÇA, BOJAN KRICK:

Bojan Krick, "Bo" para sus compañeros, nació el 20 de agosto de 1990 en Linyola. Desde pequeño estuvo ligado al Barça, su corazón es azulgrana desde que llegó al mundo. Bojan nació con un balón en los pies, con un padre de profesión futbolista, pronto empezó a dar patadas a la pelota. Siendo muy joven ingresó en "La Masia", conocida también como la mejor cantera del mundo. Iba subiendo de categoría dejando huella en todas. Tanto es así que en las temporadas que estuvo en las categorías inferiores consiguió 800 goles, cifras poco habituales.
Sólo fue una temporada la que estuvo en el último paso para el primer equipo, el Barça B.  Aunque pertenecía al equipo filial, debutó con el primer equipo antes de tener ficha con él. En la temporada 2007-2008 se produjo el salto definitivo para la carrera de Bojan en el Barça, el que parecía ser el mejor gol de su vida, pasaba a formar parte del equipo de las estrellas, del equipo de Frank Rijkaard, del primer equipo. Con tan solo diecisiete años, la presión caía sobre su persona. Con el bajón que sufrió Ronaldinho, la máxima estrella del equipo culé, al técnico holandés no le quedó más remedio que insistir con Bojan, una confianza demasiado prematura, que posteriormente traería consecuencias. La prensa, los culés... todos querían ver triunfar pronto a Bojan, todos presionaban para que la promesa de la cantera despegara. Y ahí está el error. El equívoco fue presionar de tal manera a un chaval de diecisiete años, que ahora ha perdido la confianza en sí mismo, porque han actuado con él de forma injusta, le han arrebatado todo sin apenas darse cuenta. Antes era la presión lo que sentía, y ahora es la crueldad de gran parte de la afición al no apoyarle. 
Tras varios años en los que su participación ha ido mermando por el tremendo éxito de Lionel Messi, el impresionante rendimiento de Pedro y la llegada de Ibra y después de Villa, ha llegado la hora de que Bojan escoja otro camino. Uno en el que se sienta dispuesto a triunfar, a confiar en sí mismo y a conseguir  minutos. Y lo hará, porque tras esa imagen de timidez y desconfianza hacia su persona, se esconde alguien con una calidad futbolista importante. 
Mucha suerte Bo. Y no olvides que algunos te esperaremos con los brazos abiertos.